Kabang, perro de Filipinas, perdió gran parte de su cara por salvar a dos niñas de ser atropelladas por una moto.
Turco, un perro maltratado y abandonado salvó 18 vidas en Haití.
Bear, mezcla de Mastín, salvó la vida de sus dueños durante un incendio en su casa. Hacía solo una semana que lo habían adoptado.
Czarek, un perrito mestizo, con su compañía, contacto y sobretodo calor, salvó a Julia, una niña que se había perdido, de morir de frío durante una noche gélida del suroeste de Polonia.
Duke, adoptado de un refugio de animales, salvó la vida del bebé de la familia Brosseau, al despertarlos en medio de la noche porque la pequeña no respiraba.