Dicen que la más triste en la historia de la Protectora Arco da Vella en Ferrol (A Coruña). A mi me llega un poco de rebote, pues una clienta ha acogido a esta galguita, y a través de ella conocí su triste bagaje. Lío fue adoptada en Diciembre, en perfecto estado físico (como se ve en la foto) psicológico y sanitario y se fue a vivir a Santiago con su nueva dueña. Después de tres meses de extrañas evasivas y sospechando que algo malo estaba sucediendo, un exhaustivo seguimiento llevó a voluntarios de la protectora a saber en que estado se encontraba la galguita, e ir inmediatamente a recogerla. Viendo las fotos queda bastante claro que Lío estaba pasando hambre, mucha hambre, de hecho estaba ya al borde de la muerte por inanición. La que era una perra feliz y sin miedos, volvió nerviosa, desconfiada e intranquila. La gran pregunta es ¿Para que adoptan a una perra para, desde el primer momento, someterla a un continuo sufrimiento? Pero esta luchadora ha resistido y una familia de acogida le brinda la nueva oportunidad que tanto se merece. Cariño, paciencia, una buena alimentación y mucho amor, que es todo lo que necesita para recuperarse. Vive en una casa con jardín junto con otros dos galgos y en las dos semanas pasadas desde su rescate ha ganado ya 5 Kg. y está más tranquila y feliz.
Esta familia ha recibido asesoramiento Veterinario sobre como alimentar a esta perra para que poco a poco se vaya recuperando de forma sana y equilibrada, pues este proceso no es tan sencillo como darle comida a su antojo hasta que se llene a reventar y así ganar peso y recuperarse cuanto antes. Aunque la intención es buena, esto es un error, este es un procedimiento lento y, aunque lo que nos apetece es darle todo lo que pide, es fundamental tener mucha paciencia. Como comentaba en otra entrada ante la pregunta de un dueño en una situación similar, una alimentación abundante en un perro acostumbrado a pasar hambre, podría dar lugar a graves problemas, entre otras cosas por desequilibrios en la concentración de fósforo y potasio en las células corporales. No es cierta la creencia de que un estómago ante la falta de alimento, reduce su tamaño, pero si se vuelve más sensible al estiramiento. Por ello inicialmente se debe alimentar muchas veces al día (4 o más), pero muy pequeñas cantidades cada vez. Es fundamental un pienso de gama alta (pues necesitan proteína de buena calidad) y lo ideal sería un pienso para cachorros (pues son más grasos) o piensos de alta energía, que suelen comercializarse para perros de trabajo o aquellos que hacen mucho ejercicio diariamente y contienen un extra de grasa y proteínas. Puede añadirse algo de comida húmeda, patés o albóndigas para perros, mezcladas con el pienso. Algunas marcas comercializan latitas específicas para perros en recuperación.
Estoy segura de que Lío está en las mejores manos y pronto podré publicar una foto donde se vea completamente recuperada.