Suenan mucho en la red enfermedades frecuentes en animales de razas grandes y gigantes, que por su complexión y envergadura, son víctimas frecuentes de enfermedades óseas y articulares, como las frecuentes displasias, artrosis y artritis, así como otras patologías muy habituales en perros grandes como torsiones gástricas, además de tener tendencia a excederse de peso, llegando a padecer muchas veces obesidad con la problemática que ello conlleva.
En mi opinión, parece haber mucho más desconocimiento sobre las dolencias que suelen afectar a perros pequeños, pues a diferencia de los que muchos creen, aunque los grandullones tienen las de perder en muchos aspectos relacionados con la salud, los pequeños también tienen lo suyo. Es importante saber cuales son los problemas más frecuentes para tratar de preverlos, con ciertos cuidados o visitas al Veterinario.
Los problemas dentales son un clásico entre los perros de raza pequeña. No es fácil encontrar un perro pequeño de cierta edad sin problemas en su dentadura. Al tener menos espacio disponible en la boca (y tener que albergar el mismo número de piezas dentales que un perro grande) es MUY frecuente que los dientes se encuentren mal alineados, descolocados o incluso superpuestos, lo que los predispone a la acumulación de placa que posteriormente se convierte en sarro, todo ello puede desembocar en una gingivitis que, muy frecuentemente, da lugar a la pérdida del diente. Otro problema frecuente en las razas pequeñas, relacionado también con la dentadura, es la retención de piezas de leche (en la edad adulta) que no llegaron a caer durante el cambio de dentición. Sobre todo suelen retenerse los colmillos, siendo necesario eliminarlos quirúrgicamente para evitar problemas en la encías, mandíbula o paladar, además, provocan una mala colocación de los dientes definitivos dando lugar a una incorrecta mordida.
Por todo ello es frecuente que la boca de los perros pequeños este más sucia, con ausencia de algunas piezas al llegar a cierta edad y mal aliento en general. Para evitarlo en la medida de lo posible, es importante (en todas las razas pero en estas en particular) limpiarlos a menudo, siendo necesario muchas veces acudir al Veterinario para una limpieza en profundidad.
Otro aspecto, muchas veces desconocido del «aseo» específico de las razas pequeñas son las uñas. Mantener las uñas cortas y sanas es importante en todas las razas, pero hay que hacer especial incapié en las razas pequeñas. Puede llamar la atención en la clínica diaria la cantidad de dueños que acuden al Veterinario a cortar las uñas de perros pequeños, o ya con problemas como espolones que crecieron demasiado llegando a clavarse en la piel. ¿Por qué este tipo de problemática suele afectar a los perros pequeños? Aunque habrá todo tipo de casos, por norma general los pequeños son más «urbanitas» y hacen menos ejercicio al aire libre, pasan más tiempo en pisos y a menudo hasta pasean en brazos por lo que no desgastan las uñas al andar y correr sobre tierra y asfalto, o lo hacen mucho menos, creciendo estas es exceso, y llegando a veces a entorpecer su movimiento.
Una enfermedad que suele afectar a perros de razas pequeñas es el colapso traqueal, que consiste en una pérdida de la luz de la tráquea, es decir, esta pierde su forma circular y tiende a «aplastarse» llegando a contactar la parte superior con la inferior y dificultando o impidiendo el paso de aire.
Los perros pequeños suelen padecer más problemas cardíacos, por estadística, afectan a más de la mitad de estas razas a lo largo de su vida, sobre todo durante la vejez.
La intención de esta entrada, no es alarmar a los dueños o amantes de los perros de raza mini, si no informar de los problemas más frecuentes, pues conocer el problema es fundamental para poder evitarlo. Con esto quiero decir que con los cuidados oportunos y visitas periódicas al Veterinario se pueden prevenir o diagnosticar a tiempo estas patologías para así evitarlas o poder tratarlas con éxito.
Para terminar con buen sabor de boca, decir que la ventaja por excelencia de los perros pequeños es su LONGEVIDAD. Mientras que un perro grande puede considerarse senior con 7 u 8 años y tiene una esperanza de vida (dependiendo de la raza) que en muchos casos no supera los 10 años, los perros pequeños no se consideran senior hasta pasados los 10 años, la mayoría llegan a esta edad con buena calidad de vida y son muchos los que alcanzan o superan la quincena.
El interés en los perros pequeños es cada vez mayor, pues son idóneos para el día a día en la ciudad y la vida en pisos o apartamentos pequeños.