Uno de los peligros más grandes de la profesión, es la gente automedicando a sus mascotas. Como los Veterinarios damos en ocasiones algunos medicamentos de Humana, muchas veces se piensa que «todo vale» y nada más lejos de la realidad. Mientras que hay medicamentos perfectamente válidos, hay otros que son literalmente, mortales (Ibuprofeno, Paracetamol, Aspirina...), a dosis ínfimas además. Muchos piensan que se trata únicamente de adaptar la dosificación al peso de la mascota, cuando hay medicamentos, en los que el problema ya no es solo el peso y la dosis, es que no son capaces de metabolizarlos, y dosis pequeñas pueden ser fatales. Luego hay algunos que son «válidos» en un formato (concentración) y en otra no, hay algunos que sólo se pueden usar a dosis muy bajas, los hay que valen para perros y no para gatos, e incluso que pueden ser aceptados en general, pero letales para una raza en concreto (véase el caso de los Collies).